La reciprocidad del blogging

La blogósfera es circular, recíproca, redundante. Más allá de los bemes, que parecen ser el tema últimamente, ser blogger o participar de «conversaciones» en blogs es entrar en un círculo donde todo replica, rebota y repite.

La mejor manera de ejemplificar es la que conozco, wordpress.com, pero no hay plataforma más o menos seria que escape al vicio. A saber:

– Dejás un comment en un blog: queda sentado, si así querés, tu nombre o nick, tu mail (anónimo) y tu sitio (o blog, normalmente). El blogger al que comentaste o sus visitantes te ven, dan click, llegan a tu blog.

– Al llegar a tu blog a través de este sistema, tu medidor de visitas te indica los «inbound links» o «referrers» y claro, eso es un link al blog donde dejaste el comentario y donde la gente «te vio».

– Escribís un post y citás el blog o el post de otro. Eso genera un trackback en el post citado, y de nuevo, el autor y sus visitantes te ven y te visitan.

– O llegan a tu blog, ven tu post, le dan click a tu link, llegan al blog citado y su autor ve en sus «referrers» o «inbound links» que están llegando por tu blog, le da click desde su «dashboard» o similiar… llega a tu blog.

– O el caso contrario, claro. Ves en tu «dashboard» que alguien llegó a tu blog desde x link que hicieron en algún lado, das click, llegás al post que te citó…

– Ni hablar de los buscadores: cuanto más escribís, más aparecés en los resultados. Cantidad, no calidad… pobre estudiante que buscó ayuda en su «análisis logo McDonalds», hay que tener suerte o mucha pericia para que una búsqueda te haga llegar rápidamente a un resultado pertinente.

Y vuelta a empezar.

Es circular. Querés saber quiénes son esas personas que te comentan. Pero cómo conocerlos? Un nombre no dice nada, sus pocas palabras en un comment lo describen poco, pero ahí está el link, la entrada a su cuaderno de vida, a sus fanatismos y obsesiones, la chance de escrutarlo históricamente por sus escritos.

Y muchas veces es recíproco. Claro, cuando hay cercanía de condiciones. A mí me leen 10, a otros lo leen 15000. Mr. quincemil no puede leer a todos sus lectores y, francamente, es difícil que más de 100 valgan la pena.

Te leo, me lees. Estoy suscripto a tu feed, estás suscripto al mío. Te linkeo, me linkeás. Es microproselitismo, la lucha por la notoriedad y, posterior a eso, la lucha por la popularidad. El problema es el abuso de ello, la obligación de que tus «acciones bloggers» se muevan por el interés real en comentar, aportar o conversar, más allá de la notoriedad o popularidad.

¿Dónde se acaba la circularidad? En los contenidos. Ese es el «dead end», pueden llegar de a miles. ¿Cómo hacer que vuelvan?

Deja un comentario